LEY DE CONTRATOS DEL SECTOR PÚBLICO 9/2017, LA. Sus principales novedades, los problemas interpretativos y las posibles soluciones.
La materia de contratación pública se ha convertido en una de las materias claves desde una perspectiva dogmática (directamente relacionada con las señas de identidad del Derecho administrativo) y la gestión práctica en tanto afecta a la correcta eficacia de importantes políticas públicas y tiene un claro impacto desde la perspectiva presupuestaria (o, si se prefiere, de sostenibilidad financiera). Esto explica que la contratación pública -y su fundamento- ha cambiado de forma muy notable en los últimos años.
De una visión burocrática de la compra pública, diseñada desde una perspectiva hacendística y con escasa prospectiva se ha evolucionado hacia la idea la contratación pública como “herramienta jurídica al servicio de los poderes públicos para el cumplimiento efectivo de sus fines o sus políticas públicas”. Cumplido ya un año de la entrada en vigor de la LCSP parecía oportuno reflexionar sobre los, a mi juicio, aspectos más novedosos y de mayor problemática interpretativa, intentando aportar soluciones o pautas para una mejor aplicación práctica.
Con este trabajo se pretende dar cuenta de las principales novedades y sus consecuencias prácticas, con la finalidad de favorecer una transición “no ruidosa” hacia esta nueva gobernanza de la contratación pública.